Normalmente los encontramos en baños y cocinas, sin embargo hoy encontramos diseños tan originales y decorativos que los azulejos están invadiendo la sala, comedor y hasta el dormitorio.
Eso sí: pese a que son muy fáciles de limpiar, si no lo hacemos de la manera correcta y seguimos algunos cuidados, pueden terminar opacos y rayados. Para evitarlo y mantenerlos como nuevos te aconsejamos:
– Después de que los azulejos son colocados, siempre quedan rastros del cemento que se utiliza para adherirlos a las superficies. Para evitar que esto los opaque, tras su instalación hay que aplicar un removedor de cemento a base de ácido. Este procedimiento lo tiene que hacer un profesional.
– No permitas que se acumule polvo sobre el azulejo: lo puede rayar. La forma ideal de eliminarlo es pasando la aspiradora utilizando el cepillo de cerdas suaves.
– Si algo opaca a los azulejos (especialmente los del baño) es la grasa que tienden a acumular. Para eliminarla, basta con pasar una esponja con una solución de dos cucharadas de amoniaco disueltas en ½ litro de agua. Después pasa un trapo limpio y seco. Se recomienda hacer esto por lo menos dos veces al año.
– Para la limpieza diaria utiliza una solución de una taza de vinagre blanco disuelta en un litro de agua. Humedece un paño con esta solución y pásalo por los azulejos.
– Para eliminar las manchas de calcio que provoca el agua dura aplica el vinagre, pero sin diluir.
– Habrás notado que tanto en el caso de la solución de amoniaco como la de vinagre, señalamos que hay que secar después de aplicarlo o pasar el paño apenas húmedo. Esto es porque debemos evitar dejar el azulejo mojado o con gotas, pues al secarse el agua tiende a dejar manchas.
– Si vas a colocar azulejos en el piso, recuerda que los muebles pueden rayarlos e incluso quebrarlos. Para evitarlo usa siempre los protectores de patas. Si vas a colocar un mueble muy pesado entonces considera colocar una alfombra.